La chica ninja de pelo blanco comentó:
- ¡Es lógico! ¡Realmente necesitas probarlo! Además, Tokio es la ciudad más grande del mundo, ¡y es interesante ver cómo se ve ahora!
Natasha tuiteó:
- El mundo tiene miedo de respetarnos,
Las hazañas de las chicas no se pueden contar,
Los ninjas, como siempre, saben pelear,
¡Se acabó el invierno, se acerca la primavera!
El niño gurú dijo con una sonrisa:
- Recientemente, apareció algo tan genial como Internet, ¡y a través de él enviaremos nuestra idea!
La chica ninja pelirroja sugirió:
- ¡Entonces, para ponérselo más fácil al alma, tomémoslo y actuemos como un gamberro, como se debe!
La chica ninja de cabello amarillo replicó:
- ¡Atrapamos a los hooligans, no a los hooligans nosotros mismos!
La chica ninja de pelo blanco cantó:
- Hacer cosas que no se deben hacer
¡Es más dulce que incluso el helado!
El niño sensei asintió y dijo:
- ¡Aquí tengo un módem especial, lo enviaremos ahora mismo!
Y empezó a marcar números.
En ese momento, el portal se abrió de nuevo. Un tanque pequeño pero muy móvil saltó. En lugar de un cañón de cañón, tenía dos espadas largas girando.
Natasha silbó.
- ¡Los tanques de esgrima no son efectivos, pero sí efectivos!
El niño gurú hizo una mueca y cantó:
- Tres petroleros bebieron trescientos cada uno,
Y luego, ¡bebió cien!
El artillero fue despedido,
¡Porque un tanque no es nada en la batalla!
La chica ninja de cabello blanco recogió y arrojó un guisante al tanque de la espada. Ella pasó volando, pero el golpe de la espada de la máquina golpeó un guisante. Y hubo una explosión. Y la punta ni siquiera rasguñó nada, pero la explosión la disipó.
Natasha comentó con una sonrisa que brillaba como los faros de un auto en una noche oscura:
- ¡Guau! ¡No es tan simple!